sábado, 21 de abril de 2012

¿Quiénes se benefician del Re-copago?

Los españoles llevan cofinanciado la sanidad desde mucho antes de que se implantara el Sistema Nacional de Salud e incluso antes de la creación del INSALUD (1978). En términos de economía de la salud, llevamos sufriendo tres formas de copago: la económica, la no prestación de ciertos servicios sanitarios y la de las listas de espera.
 
La primera es por todos conocida, el 40% del valor del medicamento en las recetas de activos de la Seguridad Social (y del 30% en activos y pensionistas de MUFACE); en la segunda destacan, por poner algunos ejemplos, la ausencia de una atención odontológica pública de calidad o las lentes para los problemas de agudeza visual y, la tercera, es una interpretación de la “teoría de colas”, el tiempo que un paciente permanece en espera para recibir una asistencia sanitaria tiene una traducción económica en términos de disminución de su producción o consumo. Un claro ejemplo de esto, es el paciente en Incapacidad Laboral que espera una prueba diagnóstica o una intervención quirúrgica. Permanecer en una lista de espera traduce una inversión insuficiente  en recursos humanos o infraestructura o, también puede ser, una mala gestión.
 
Pero, volviendo al Copago económico, como bien dice Juan Simó en su blog, “la parte sufragada directamente por el usuario  ("porcentaje efectivo" de copago) fue de 790,90 millones, lo que significó un porcentaje de aportación sobre el total en PVP del 5,69%” [2010] que es muy inferior a la media de copago europea.
 
El problema está en los escenarios en los que nos movemos para estar de acuerdo o no con la medida. Si el Re-copago (aumento de la cofinanciación) fuera una medida excepcional  y se hubiera tomado para mantener las prestaciones de nuestra sanidad pública una vez que se hubieran aplicado todas las medidas correctoras de las bolsas de ineficiencia actuales, tendría mucha mayor aceptación entre la población. Pero se está tomando en una realidad bien distinta, en una crisis económica de la que no son responsables los servicios públicos, con un sistema sanitario de los más eficientes en términos económicos (7 % PIB), un re-copago unido a toda una batería de recortes sanitarios en prestaciones a los ciudadanos y sin presentar una sola medida que afecte a los beneficios empresariales del denominado mercado de la salud, esto es, industria farmacéutica, industria de tecnología sanitaria y sanidad privada. 
 
¿Cuales sería serían esas medidas que cabría esperar y que no se adoptan?, Pues un profunda reforma de la política del medicamento, dejando de financiar a aquellos que no aportan mejoras en la salud de los ciudadanos y son mucho más caros o la creación de una agencia estatal que aunara esfuerzos de agencias de evaluación farmacoterapética como Bulletí groc, BIT Navarra y otras más repartidas por las diferentes Comunidades Autónomas y que tuviera decisión previa a la comercialización de los nuevos medicamentos, algo parecido a NICE. También seguimos esperado medidas de control de los conciertos con la sanidad pública, limitando su presencia exclusivamente en aquellos casos en los que, una vez optimizados los recursos de la sanidad pública, las listas de espera fueran excesivas.
 
Pero si no se aplican estas medidas antes de implantar un Re-copago, cabe preguntarse a dónde va a ir a parar el dinero recaudado por el mismo.
Tal vez con estos dos silogismos se explique la ruta que va a seguir el dinero que se obtenga del Re-copago  
 
A)
- Gasto Sanitario Público = Presupuesto dedicado a sanidad + Déficit obtenido,
- Déficit = Infrafinanciación (Presupuesto + Copago) + Ineficiencia en la gestión
 
Luego, el Re-Copago puede disminuir la infrafinanciación sin modificar la ineficiencia.
¿Dónde están las grandes bolsas de ineficiencia? En el Gasto Farmacéutico injustificado (sobre todo hospitalario), en la compra de Alta Tecnología sanitaria sin criterio racional y en el Gasto en Conciertos con la sanidad privada sin optimizar los recursos propios.
B)
- Ineficiencia en la gestión = beneficios empresariales privados con ánimo de lucro
- Re-Copago no mejora la ineficiencia
 
Luego, usted pensionista, con lo que va a pagar con las recetas, va a aumentar los beneficios empresariales de la industria farmacéutica, de las compañías de alta tecnología sanitaria y de la sanidad privada.

José Martínez López
Apuntes para la reflexión sanitaria
 http://reflexionsanitaria.blogspot.com.es/2012/04/quienes-se-benefician-del-re-copago.html

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